miércoles, 15 de junio de 2011

de rojos

Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor, no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.
.
Gustavo Roldán
(Argentina, 1935)

DE TODO, QUEDARON TRES COSAS

DE TODO, QUEDARON TRES COSAS
la certeza de que estaba siempre comenzando,
la certeza de que había que seguir
y la certeza de que sería interrumpido
antes de terminar.

Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caida, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente, de la búsqueda,...un encuentro

FERNANDO PESSOA

domingo, 8 de mayo de 2011

Por qué confesar innecesariamente? Ya lo sabés, me hacés bien.
Mi cabeza está preparada, sin bolsos que armar, para viajar, viajar viajar...

miércoles, 2 de marzo de 2011

In finito






Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,  
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".  
El viento de la noche gira en el cielo y canta. 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 
Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como pasto el rocío. 
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 
Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

lunes, 7 de febrero de 2011

. a la deriva .

Cual flores de primavera
corazón de tiza, en tus cuentos
siembras relojitos de arena
para que los borre el viento

por tu senda, cantando, muy suave viajas
con el corazón liviano
después presurosa, insegura, te vas;
yo aquí en silencio y solitario

[Templo mi carácter
con el fuego de la vela
de tu errático barco
que deriva en cada estrella]

y te cocino un poema,
y giro el sol con mi manivela.
Me hago canción, de las sin respuesta
para que vuelvas,
para que vuelvas.


Cansada de
ser soporte y
no soportar
mis ideas

martes, 11 de enero de 2011

lunes, 3 de enero de 2011

y en el momento de más frío, te levantas. Tú, la más cálida de las figuras, te yergues infinita sobre la mar.
Es tu manto del oro más fino, la consagración de los destinos: una barca al derivar.

Cazadores de fortuna, y hasta tu amante (la luna), fervientes de sed de victoria y azar; siguieron tus pasos, camino al ocaso, donde hallas cobijo en tu manto estelar.

Te pintas frente al río, de tonos carmín; más no logras ocultar tu origen mandarín, ancestral figura de guerra, amor y paz.

domingo, 12 de diciembre de 2010